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La palabra masturbación suena al menos seca, puesto que hablamos de un término vapuleado por religiones, ideologías y exactamente el mismo machismo dominante en nuestra cultura. Es quizás entre los temas sexuales mucho más cargados de mitos y tabúes, y teniendo en cuenta sus múltiples provecho es que decidimos proponer un producto que responda a las inquietudes mucho más usuales sobre esto.

¿La masturbación es una práctica mucho más socia a los hombres que a las mujeres? 

La primera imagen que se nos viene a la cabeza en el momento en que pensamos en la masturbación es la de un hombre estimulándose el pene. Pero como es natural que el impulso autoerótico es humano, no masculino o femenino. Tristemente muchas mujeres refrenan sus deseos de explorarse y estimularse a sí mismas exactamente pensando en que esa práctica no es para ellas sino más bien para ellos. 

¿Hay una edad o etapa del avance para masturbarse?

Otra asociación recurrente es la de la masturbación con la adolescencia. No obstante, alén de que la pubertad y la adolescencia son por definición etapas de autoexploración y de alta continuidad masturbatoria, eso no quita que se siga con la búsqueda del autoplacer en otros instantes de la vida. La masturbación se ejerce en la adultez, en la tercera edad, e inclusive antes a la adolescencia -a lo largo de la niñez- se conocen prácticas agradables exploratorias que importan para el avance psicosexual del sujeto.

¿La masturbación es para todos los que no tienen pareja permanente? 

Limitar la práctica masturbatoria a una situación donde un individuo no posee pareja permanente es otro fallo. Alguien puede estar en pareja, aun con una sexualidad muy plena y recurrente, y no obstante tener sus instantes íntimos de pleno autoerotismo. La masturbación no es algo que hacemos como última opción, únicamente si no hay una sexualidad exitosa de a 2. Encierra en sí bienestares distintas a la sexualidad compartida, en consecuencia mucho más que prácticas excluyentes son complementarias. 

¿La masturbación recurrente genera inconvenientes sexuales?

No es tanto un tema de continuidad, sino más bien de hábito. Por servirnos de un ejemplo si un hombre se masturba rapidísimo, pensando únicamente en la descarga de la eyaculación, posiblemente desarrolle un hábito de descontrol eyaculatorio y por consiguiente padezca de eyaculación precoz. En la terapia sexual lo que hacemos es ofrecer las advertencias para desaprender ese hábito disfuncional y educar técnicas de control de la eyaculación. Asimismo es recurrente que en los hombres con el inconveniente contrario, la eyaculación diferida, hallemos la inclinación a masturbarse con un estímulo intensísimo (por poner un ejemplo una fuerte presión de la mano sobre el pene o el roce con el colchón) lo que provoca que la penetración no sea bastante estímulo para que consigua eyacular. En la situacion de las mujeres, en quienes puede ser más habitual la sepa de práctica masturbatoria en su crónica sexual, el desconocimiento de su contestación sexual podría desatar una disfunción orgásmica. En consecuencia observamos que el orgasmo, alén de ser un impulso natural, tiene un considerable ingrediente de estudio y autoconocimiento, y en ese sentido la masturbación es una práctica completamente importante. 

¿La masturbación es síntoma de adicción sexual? 

Lo que define a la adicción al sexo es la carencia de control sobre el impulso sexual mucho más que la práctica masturbatoria propiamente esa. Alguien podría llevarlo a cabo con cierta frecuencia, aun día tras día, pero escoge el instante y el sitio apropiados para llevarlo a cabo sin que eso repercuta en su cuerpo, sus conmuevas o sus relaciones sociales. En cambio la adicción a la masturbación, que acostumbra ir socia a la adicción a la pornografía, se identifica por la sepa de control sobre el impulso sexual, el encontronazo negativo en sus relaciones sociales (por poner un ejemplo laborales y de pareja), la angustia socia a la práctica y un prominente nivel de ansiedad si por cierto motivo se suspende o pospone. 

¿La masturbación tiene provecho?

Si se ejerce en un marco de intimidad, control del impulso sexual y libre de malas intenciones, tiene bastantes provecho. Por poner un ejemplo:

-Da exitación sexual.

-Incrementa la autovaloración.

-Posibilita el autoconocimiento de nuestra contestación sexual.

-Deja conciliar mejor el sueño, relajarse y atenuar el stress.

-En el contexto de una terapia sexual, es una herramienta clave para cambiar hábitos sexuales disfuncionales.

Redactado para Boston Medical Group por Ezequiel López Peralta.

Sicólogo. Máster de Sexología Clínica y Terapia de Parejas.